Empatía, comunicación, pasión y confianza.

Creemos que para poder realizar un buen trabajo se necesita pasión, y eso es lo que no mueve día a día a seguir aprendiendo y formándonos en el amplio mundo de la comunicación y educación canina. La etología y la cognición canina son un ámbito de estudio reciente. Por lo tanto nos mantenemos siempre con la mente abierta y receptiva a nuevos conocimientos y futuros hallazgos.

Estamos orgullosas de poder llevar a cabo la modalidad educativa cognitiva-emocional, teniendo siempre en cuenta el bienestar del perro durante todo el proceso de entrenamiento y aprendizaje, bienestar tanto físico como emocional

No se puede entender el perro como un individuo aislado del sistema al que pertenece. La comunicación tanto intraespecífica (perro-perro) como interespecífica (perro-persona) tiene que ser uno de los principales focos de atención. Por eso nos dedicamos al trabajo tanto del perro como de la familia del mismo. Tenemos un contacto permanente entre el equipo de trabajo y las familias de los perros, suministrando recomendaciones y pautas diarias de trabajo. 

Consideramos que convivir con un perro es una de las experiencias mas alegres y gratificantes.  Sin embargo, observamos que cada día más dueños de perros tienen problemas para disfrutar de sus mascotas porque ellos “se portan mal”. En realidad, los perros nunca se portan mal, lo que pasa es que nuestras normas sociales no son las mismas que las suyas. Ellos se comportan como perros, que es lo que son, y a nosotros eso nos resulta problemático: ladran, muerden, se quejan al quedarse solos en casa, etc, Los animales actúan de manera biológica, por ello, lo primero que hacemos, es aprender a  entenderlos como especie. Por ende, trabajamos buscando el origen de sus comportamientos y la manera de adaptarlo a nuestro estilo de vida para una convivencia feliz, preservando en todo momento el bienestar del animal. La base de nuestro trabajo es el respeto y la empatía, hacia los perros y hacia los propietarios. Debemos tener en cuenta que estamos profundamente conectados con nuestros animales de compañía, lo que nos afecta a nosotros, les afectará a ellos.